El banner nace, crece y antes de que le salga un diente, muere. ¿Por qué? Por que no da la talla. Por que no cumple las 5 reglas de los banners inmortales. El que sigue es un ejemplo de cómo condenar a un banner a una muerte prematura. Corresponde a una campaña nacional de una empresa multinacional, multicanal y todo lo que acabe en “al”. Uno de los banners dinámicos decía así: “No innovamos para impresionarte” (imagen: un cacharro extraño) “Con unas gafas para localizar la memoria de tu ordenador” (imagen: algo que parece la placa madre de un ordenador...