Hace unos días fue mi cumpleaños. Hasta aquí nada interesante. ¿Pero y si te digo que analizando los emails que recibí por estas fechas se puede aprender a mejorar tus campañas de emailing en general? Aquí tienes las 6 cosas que me apunto.

Soy un friki de los emailings. Desde hace ya dos décadas me apunto a todo lo que se mueve para ver qué envían y como no, en mi aniversario, he recibido unos cuántos emailings. Los he estudiado y he sacado algunas cuántas buenas prácticas que se pueden aplicar en general a cualquier campaña de emailing. Ahí van:

1. No aprovechamos las oportunidades del emailing

Teniendo en cuenta mi afición compulsiva a rellenar fomularios web, se podría pesar que tendría un aluvión de emails el día de mi cumple.

Nada más lejos de la realidad. Sólo 6 se han acordado 🙁

Tampoco me quejo.

Antes de internet no era mucho mejor. Me llegaba por papel la felicitación del Corte Inglés y la del banco. Nada más.

Ahora debería estar eufórico, tengo el triple de amigos.

Si miro la cantidad de empresas que me envían emails, más de cien al día, debería tener cientos de felicitaciones. Además, con la automatización de emailings, es pan comido.

Parece que no es así, los emailings de cumpleaños son raros de ver y por lo tanto, una oportunidad.

Unos datos refinitivos que nos animan a enviar emailings de aniversario, de la mano de Experian:

Los emailings de cumpleaños tienen un:

  • 481% más de ratio de transacción que lo normales
  • 342% más de ingreso por email
  • 179% más de ratio de clic

El momento del cumpleaños es sólo un ejemplo:

A lo largo del año perdemos grandes momentos para impactar con un emailing simplemente por... ¿pereza?

2. Hay que enriquecer las bases de datos

Bueno, lo de no recibir muchos emails de cumpleaños puede que no sea tanto por pereza de las empresas como porque la mayoría de ellas no saben cuándo cumplo años.

Sin embargo es un dato interesante. No sólo para poder aprovechar este momento sino porque sabremos las edades de las personas y conocer mejor aquellos datos que se esconden tras una base de datos.

En la mayoría de los casos sabemos poco o nada de nuestros suscriptores y clientes. Y sin embargo, en las bases de datos está el activo más importante de cualquier empresa.

Cuánto más sepas de tus clientes, más jugo podrás sacarle a tus emailings

Una forma de enriquecer las bases de datos es con las encuestas. Para algunos clientes ya hemos hecho unas cuantas y, si está bien planeada, te sorprenderá la cantidad de información que puedes extraer de ellas además de la fecha de nacimiento.

3. La fuerza de la personalización en los emailings

¿Si recibes un email con el siguiente asunto...

El 4 de septiembre ya está cerca

...te empuja un fuerza mágica a abrirlo?

Lo más seguro que no. Como mucho te pica algo la curiosidad.

En mi caso, sin embargo, captó poderosamente mi atención, dejé todo lo que estaba haciendo y me zambullí de cabeza en el emailing. ¿Por qué?

Lo has adivinado: el 4 de septiembre es mi cumpleaños.

Para el 99% de las personas ese asunto no es gran cosa. Para mí es uno de los más importantes que puedo llegar a recibir.

Ésta es la fuerza de la personalización: hacer que el resto de los emailing queden ocultos, a la sombra, y encender un foco sobre nuestro email

Las posibilidades de personalización son grandes, sólo tienes que mirar tu base da datos y ser creativo.

Puedes ir más allá de simplemente añadir el nombre. Personaliza con gracia

4. Emailing corto pero con una chispa emocional

No hay gran cosa que explicar en el emailing, el receptor ya sabe que es su cumpleaños.

Pero eso no quiere decir que con un "feliz cumpleaños" sea suficiente.

El cumpleaños tiene una gran carga emocional. Tanto si te hace ilusión como si no. No es un día más del año.

Aprovecha el momento con una idea simpática, un concepto creativo o cualquier cosa que certifique que hoy, efectivamente, es un día diferente. Como este ejemplo de Vueling, mira el copy:

 

5. Siempre añade una oferta especial en cada emailing

 

Mira este email de Twitter. No es un cumpleaños sino un aniversario. Tiene ya unos añitos pero me lo guardo como ejemplo de lo que no hay que hacer: dar un pobre motivo para hacer clic.

Cuando empecé con los mailings el siglo pasado (qué viejuno ha sonado esto), me enseñaron que en marketing directo siempre hay que añadir una oferta especial. Y mejor que las habituales. Siempre.

No lo entendí mucho entonces, me parecía excesivo. Al contactar con el cliente estabas incurriendo en un coste adicional (alquiler de base de datos, producción del mailing, creatividad, etc.). Si encima mejorabas la oferta que ya conocía el cliente, le metías más costes a la acción.

Pero funcionaba.

El cliente recibe algo de ti, le puede llamar la atención, te presta unos segundos de su cara atención y espera más, un caramelito, un caramelazo.

En los emailings de cumpleaños me ha pasado lo mismo.

Los peores han sido los que sólo decían "feliz cumpleaños". Sí, gracias, pero ¿Y mi regalo?

Los que lo han hecho bien son los que han aprovechado para ofrecerme algo más, típicamente un descuento.

Los mejores han ido más allá y me han dado un trato especial, por encima de lo que había recibido en otros emailings.

Como el ejemplo del siguiente punto, que además añade una particularidad que le convierte en todo en un manual de buenas prácticas.

6. Un emailing. Y otro. Y otro

Quien no llora no mama.

Pero quien no para de llorar, se atiborra.

Que yo recuerde, este año es el único en el que una empresa no sólo me ha felicitado sino que se ha anticipado, se ha acordado el día de mi cumpleaños y hasta en dos ocasiones posteriores ha insistido. Eso no lo hace ni mi mejor amigo (de hecho, ni se suele acordar).

En el estudio anterior de Experian, dicen que el 12% de las marcas americanas envían al menos un reminder (recordatorio) del email de cumpleaños, ya que como mínimo sube un 20% el éxito global de la acción.

Es mi país ya hemos visto que si casi no se envían emails de cumpleaños, menos se van a enviar recordatorios.

En definitiva, acuérdate e insiste. ¡Casi nadie lo hace!

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