Enviar los clics a la home es un pecado. Enviarlos directamente a la página del producto o servicio enmenda algo el error. Pero en la mayoría de los casos, la solución óptima es un embudo de conversión o embudo de ventas (sales funnel). Hay 5 tipos, elige el tuyo.
¿Qué es un embudo de conversión?
Entre que el usuario ve el anuncio y compra, se interponen sucesivas fases. Impresiones, clics, más clics, registros, emails, formularios, check-outs... La cantidad de gente que entró al principio del proceso era muy grande, pero se fue reduciendo hasta llegar a unos pocos al final. Como la forma de un embudo, de ahí el nombre.
¿Para que sirven los embudos en la web?
- Los embudos, es decir, hacerle pasar al usuario por diferentes micro-objetivos, es una forma de conseguir que más gente llegue al gran objetivo final.
Es como buscar pareja, nadie le enseña el anillo de boda a la primera que pasa. Hay un proceso en el que en cada fase se van pidiendo compromisos cada vez mayores: un cafe, un cine, una cena, otro cine, otra cena, un salida en barco, te presento a mis padres, te vienes a vivir a mi piso... hasta llegar al altar.
- Además de servir para ganarse la confianza del usuario, sirven para cualificarlo, eliminar los que no interesan (por ejemplo, los caza-gangas) y quedarse sólo con los leads cualificados, los que cumplen los requisitos y que recibirán la llamada del call center, por ejemplo.
5 tipos de embudos de conversión
1. Directo: simple, poco que contar. La visita viene a través de un anuncio, un banner, un link de otra página o cualquier otra forma de generación de tráfico y llega a una página de aterrizaje y venta (landing page), y de ahí, a un formulario.
En ocasiones incluso el formulario puede ir integrado en la landing page, con lo que todavía es más sencillo.
2. Al menos el email: en una primera página se captura el email del usuario a cambio de poder seguir en el proceso. Posteriormente, se le conduce a la landing page con la venta del producto. De esta manera, aunque no compre o no se convierta en lead, según sea el objetivo del embudo, al menos tendremos su preciado email para intentarlo por otros medios.
3. Aterrizaje suave: a veces es interesante no enviar el clic a páginas de venta o de registro sino a algo menos comercial, a una página que presente de forma suave lo que venga detrás.
Estas páginas se tienen que percibir como contenido. Puede ser un artículo, una nota de prensa, una comparativa, un vídeo, etc. Una vez el usuario ha pasado la pre-venta, estará más inclinado a aceptar la oferta de la landing page.
4. Sólo cualificados: en este caso realizamos un primer filtro con una página de contenidos que permite "educar" al usuario para que sepa si le interesa o si puede llegar a cumplir los requisitos.
Posteriormente se le invita a dejar su email a cambio de algo y a partir de ahí, la página de venta o lead. Es más largo y requiere más trabajo pero consigue maximizar la calidad del lead final.
5. Lo quiero todo: una variante del anterior que busca conseguir el email al principio y posteriormente los leads más cualificados. Especialmente interesante cuando queremos ver la respuesta a nuevas fuentes de tráfico que no sabemos cómo funcionarán.
Para aplicar uno u otro, la regla de oro:
La longitud del embudo es mayor cuanto más desconocido sea el producto, más caro sea, más complejo de entender y mayor el esfuerzo que se pida al usuario.
formula ganacash 2
agosto 19
Me encantó, lo aplicaré en mi sitio web, gracias
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